понедельник, 10 июня 2013 г.

Carmelo Mesa-Lago: "Hay una lucha por el poder en Cuba"

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Entrevista al catedrático de Economía cubanoamericano, autor de "Cuba en la era de Raúl Castro"

10.06.13.- "Miguel Díaz Canel (el delfín) es nuevo en la escena, y hay otros que aspiran al puesto" | "No creo que Cuba pueda emanciparse económicamente en poco tiempo" | "Hay restaurantes que ganan 60.000 dólares al año mientras el salario ronda los 150" | "Tal como están hoy trazadas, las reformas no solucionarán los problemas de Cuba"

Por su rigor en el estudio de los asuntos cubanos, los análisis del economista y catedrático emérito en la Universidad de Pittsburgh Carmelo Mesa-Lago (La Habana, 1934) tienen la extraña virtud de concitar el interés y respeto general a ambos lados del estrecho de Florida. Él reside en Estados Unidos desde 1961, pero visita su patria cada vez que puede y le dejan. Su último libro, Cuba en la era de Raúl Castro (Colibrí), está considerado por sus colegas como el más serio manual sobre la economía cubana en tiempos de incertidumbres, cambios sociales y reformas dentro de un orden en la isla.

Hace unos años, Cuba bordeó la suspensión de pagos e impuso un corralito financiero a las empresas extranjeras. ¿Está el país saliendo de la quiebra?

Sí. Gradualmente, Cuba ha ido saliendo de la quiebra del 2008. Para ello ha recibido cierta ayuda. Casi toda la deuda que tenía con la Unión Soviética ha sido condonado, lo mismo de buena parte de la que tenía con Japón. Y también la ha renegociado con otros países. El déficit en la balanza comercial de bienes ha bajado de 10.000 a 7,000 millones de dólares, Y Venezuela compensa ese déficit. Con todo eso, el Gobierno ha logrado una mejoría y ha empezado a pagar a los acreedores.

Cuba es tan nacionalista como históricamente dependiente. ¿Es que no aspira a la emancipación económica?

Si en siglos no ha sido capaz de hacer un cambio estructural en la economía para hacerse autosuficiente, veo muy difícil que lo consiga en un periodo corto de tiempo. La explicación oficial es que se trata de una isla pequeña...

También Japón lo es...

Exacto. Y también otros países pequeños, como Singapur, Costa Rica o Chile han prosperado. Desde tiempo de la colonia, y también de la mano de Estados Unidos y la Unión Soviética, Cuba ha dependido además de un producto, el azúcar. Pero después vino la hecatombe con la reducción de las plantaciones a la mitad y la progresiva caída de la producción, de ocho millones de toneladas al año a 1,5 millones. Ahora la dependencia mayor es con Venezuela y su petróleo, a cambio de los servicios profesionales que Cuba presta allí y que son la mayor fuente de ingresos de la isla. Pero sigue siendo un país eminentemente productor de materias primas. La industria manufacturera produce hoy menos de la mitad que en 1989 (caída del muro de Berlín). También la agricultura está muy por debajo. Y el gasto para compra de alimentos es de 1.700 millones de dólares, cuando la isla podía ser autosuficiente. Además, los salarios reales ajustados a la inflación son un 72% inferiores a los del 89.

En su libro, usted da una luz de esperanza al hablar de las reformas de Raúl Castro, pero el panorama que pinta es terrible.

Es que ese panorama hace imprescindibles las reformas. Raúl Castro es mucho más pragmático que Fidel, que era de decisiones rápidas y a gran escala: ‘Vamos a producir diez millones de toneladas de azúcar’. O ‘más leche que Holanda’. Todas estas cosas fracasaban e implicaban una crisis. Raúl peca de lo contrario en todo caso: de ser más lento y de probarlo todo con experiencias piloto. Pone énfasis en la estructura legal de los cambios económicos. Claro que la política sigue igual, aunque con cierta apertura en el debate, una importante reforma migratoria y la limitación del mandato presidencial a dos periodos legislativos, lo que significa que Raúl se retira en el 2018.

¿Eso podría conducir a un verdadero cambio político?

Es muy difícil de predecir. De momento, y este es otro punto positivo, Raúl ha favorecido la transición generacional. Con Fidel, aquel que podía perfilarse como sucesor era eliminado de una forma u otra. Y Raúl ha comenzado a nombrar en puestos clave a gente más joven, en la cincuentena. Aunque son todos ellos políticamente correctos; cuadros del partido. El vicepresidente primero, Miguel Díaz Canel, es un ingeniero muy preparado pero, como los demás nuevos cargos jóvenes, no deja de ser un tecnócrata del sistema. Entonces, no sabemos lo que esta gente va a hacer... Eso si es que llegan al 2018. El juego de Díaz Canel (apuntado como sucesor) es muy difícil: tiene que mantener buenas relaciones con las fuerzas armadas y el partido, ser leal a Raúl y demostrar que es eficiente, lo que le obliga a tomar ciertos riesgos. Y, claro, puede equivocarse. Tiene enemigos que ambicionan el puesto...

¿Quiere decir que hay una sorda lucha por el poder en Cuba?

No tengo pruebas, pero es obvio. En Cuba hay muchas figuras importantes, y Díaz Canel es relativamente nuevo en el panorama político. Ha ascendido muy rápidamente. Y, evidentemente, hay otras personas que aspiran a suceder a Fidel y Raúl.

¿Puede Cuba salir adelante con las reformas en marcha, sin cambiar el sistema?

Las reformas de Raúl son imprescindibles, pero van a picotazos y con demasiadas restricciones: ataduras al Estado, plazos, precios fijados e impuestos excesivos. Cuando se ve que no hay resultados, se hace una segunda fase. Están en una actualización del modelo, pero no han definido el modelo. Hay una extensión del mercado y de la empresa no estatal, pero en realidad minúscula. Debería acelerarse, profundizarse y quitarle trabas. El sector privado tiene que ser el más dinámico. La agricultura ha de ser no estatal. Ahí, el ejemplo de China y Vietnam es positivo. Tampoco se sostiene que la mayoría de profesionales (licenciados y administrativos) no puedan trabajar ni formarse como autónomos. Y eso que, según se ha reconocido, hay 1,8 millones de empleados estatales –sobre una fuerza laboral de cinco millones– que no hacen falta. Tal y como están concebidas hoy las reformas, no resolverán los problemas fundamentales que Cuba ha acumulado en más de cincuenta años.

En los negocios que sí se han liberalizado han surgido nuevos ricos. ¿No estamos ante un aumento de las desigualdades?

Sí. Las desigualdades han aumentado extraordinariamente. Los afrocubanos y los viejos, con pensiones de 10 dólares al mes, son los peor tratados. Y hay paladares (restaurantes) que ganan entre 40.000 y 60.000 dólares mientras el salario más bajo ronda los 120 dólares anuales.

Salarios que muchos completan robando al Estado...

Efectivamente. La idea de que robar al Estado no es malo se ha entronizado. Y eso no sólo perjudica a la economía, como por ejemplo se ve claramente con la sustracción de materiales en la construcción; sobre todo, es un problema para el futuro del país. Porque obstaculizará cualquier actualización del modelo o cambio. A no ser que suba el salario real, que como he dicho representa el 27% de lo que era en 1989 y el propio Raúl Castro ha reconocido que resulta insuficiente para cubrir las necesidades básicas.

Menos mal que está Venezuela. Pero, ¿y si falla? ¿Podrán otros países llenar el hueco?

Si sumamos el comercio con Venezuela, el suministro de petróleo a precios preferenciales, la compra de servicios por su parte y sus inversiones directas, la relación supone 11.500 millones de euros: entre el 21% y el 22% del PIB de Cuba. El intercambio comercial con Venezuela es el 42% del total. China es el segundo socio y sólo representa el 6%. Cuba sería el último país al que Nicolás cortaría la ayuda en caso extremo; entonces Cuba entraría en otra gran crisis, aunque no tan grave como la que trajo la caída de la URSS, que representaba el 70% del comercio exterior cubano. Además, ahora el turismo y las remesas proporcionan vías de ingreso más importantes. Pero el riesgo impone acelerar las reformas. Raúl debe dejar eso resuelto, porque no se sabe quién va a venir después.

¿Cree que Obama, en su segundo mandato, puede cambiar la política hacia la isla?

Obama afronta unos cuantos problemas domésticos e internacionales con mayor prioridad. ¿Va a jugársela con Cuba?

Fernando García., Internacional http://www.lavanguardia.com/internacional/20130610/54375498277/carmelo-mesa-lago-lucha-poder-cuba.html#ixzz2VnNFjLCb, Síguenos en: https://twitter.com/@LaVanguardia | http://facebook.com/LaVanguardia

La opinion de los autores no coincide necesariamente con la de Boris.

http://boris1cuba1moscu1.blogspot.ru/2013/03/cuba-con-pleno-respeto-y-en-contexto.html

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Carmelo Mesa-Lago:
Foto: Carmelo Mesa-Lago, tras la entrevista, el miércoles en Madrid Dani Duch

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