PAZ
PAZPAZUna oportuna reflexion de Eliecer Avila Cicilia, en medio de la campana del Movimiento Somos+, por el libre acceso a internet para TODOS los Cubanos
"De mi no pongo más que el amor a la expansión –y mi horror al encarcelamiento del espíritu humano. Sobre este eje todo aquello gira”. Jose Marti.
“No hay tormento mayor que escribir contra el alma, o sin ella”. Jose Marti.
* 25.04.13.
La opinión:
El que opina sobre algo, sea lo que sea, siempre corre ciertos riesgos. En primer lugar porque las opiniones ofrecen información sobre uno mismo. Cuando alguien te lee, está de cierta forma accediendo a ti. A tus deseos, a tus miedos, a tu gracia, a tus defectos.
Es por eso y mucho más, que los que verdaderamente opinan, los que rompen el hielo y ponen los temas al descubierto, son pocos. La mayoría suele dar la patada a la pelota que ya viene rodando, que otros han golpeado, detenido, impulsado, cambiado de dirección... y al final, puede que cuando el gol se concrete, ya nadie se acuerde del que dio el primer golpe.
Siempre es más fácil opinar sobre la opinión de otro, y mas fácil aún es opinar sobre el otro, saltándose lo esencial, el tema.
Una realidad a la que se enfrentan cada día los que pretenden romper esos esquemas y abordar los temas, es que chocan con una multitud que los bombardea con preguntas. Que van desde lo personal y privado, hasta cualquier otro asunto, tenga que ver o no con lo que se discute. Adoptar esa posición no solo es difícil, es cosa de locos o suicidas.
Imagínese usted en ese lugar por un momento, saber que cada vez que mueva la boca miles de personas lo estarán viendo y se harán juicios sobre usted. En ese momento muchos entrarían en pánico o si logran salir caminando, no volverían a situarse en una posición así jamás.
Es por eso que valoro y admiro tanto a los que a diario dan la cara, exponen sus puntos y dicen lo que creen, equivocados o no. Y lo más interesante es que algunos lo hacen sin la menor obligación.
No ocupan cargo público alguno. No han sido electos ni designados para ninguna responsabilidad que implique rendir cuentas. Pudieran estar fácilmente descansando en casa o en la playa, o compartiendo con amigos o familia, sin que nadie pudiera decirles ni pio. A fin de cuentas, en la práctica tienen el mismo deber o responsabilidad que cualquier otro ciudadano.
Pero no, ahí están, de frente, respondiendo, caminando, venciendo obstáculos, dedicándonos su tiempo, vulnerando su seguridad, poniendo en juego las cosas que nadie arriesgaría.
Aún así, muchos los acusan, desconfían y en algunos casos hasta se prestan para hacerles la vida más difícil a los que están defendiéndonos desde el principio. A los que nunca han exigido nada que no sea en bien nuestro y de nuestra gente.
En este punto, yo me pregunto: ¿Dónde están los que sí debieran responder nuestras interrogantes? ¿Donde están los que sí tienen esa responsabilidad porque ostentan los cargos que así lo exigen? ¿Dónde están los que han tomado y siguen tomando las decisiones sin consultarnos?
¿Son ellos capaces de pararse alguna vez frente a públicos tan diversos a responder preguntas? O es que creen que el mundo entero no tiene millones de preguntas que hacerles?
¿Quién oculta más cosas?¿Quién tiene más miedo a las preguntas incomodas? El que responde y aparece, el que busca la confrontación de ideas, o el que se oculta y no asume su responsabilidad, dedicándose solo a poner trampas y a conspirar en contra del que opina.
En unas elecciones libres, los que ahora se desnudan ante las masas tendrían mas oportunidades. Ese es un ejercicio democrático que los que hoy mandan, ignoran por completo. Les tomará años acostumbrarse...
Por Eliecer Avila Cicilia
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La opinion de los autores no coincide necesariamente con la de Boris.
Los esperamos en Somos+: https://www.facebook.com/pages/Somos-/276849069115809?fref=ts
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